Una vez has credo tu startup, el entusiasmo por desarrollar tu producto o servicio puede hacer que olvides algo crucial: ¡tus obligaciones fiscales! Cumplirlas a tiempo no solo te ahorrará sanciones, sino que también fortalecerá la salud financiera de tu empresa. Aquí te explicamos de forma sencilla todo lo esencial, que debes conocer para no caer en estas desagradables sorpresa que a la vuelta de la esquina te están esperando.
Impuestos Directos e Indirectos: Lo Que Hacienda Espera de Ti
Existe una gran cantidad de impuestos y modelos fiscales a confeccionar, dependiendo de multitud de circunstancias que presente tu negocio. Te resumimos aquí las más habituales de la imposición directa:
Impuesto sobre Sociedades (IS): Si tu startup genera beneficios, te toca pagar impuestos directos, de forma gradual (escala) en el IRPF o bien a tipo fijo (IS), dependiendo de la forma que hayas elegido para llevar a cabo tu negocio. Recuerda que tienes un tipo reducido de tributación, si escogiste operar a través de una sociedad mercantil, y sólo durante los dos primeros ejercicios que tu sociedad arroje beneficio en las cuentas anuales. Al menos, algo es algo. El pago, liquidación, confección y presentación de estos impuestos directos, se lleva a cabo una vez al año, y siempre antes de ciertas fecha límite dentro del ejercicio siguiente. Por ejemplo la fecha límite para presentar y liquidar el impuestos sobre sociedades de tu startup será por lo general el 25 de julio del año siguiente, mientras que si tienes que presentar y pagar el IRPF, la fecha límite será el 30 de junio.
Pagos Fraccionados: Se trata de adelantos o pagos a cuenta de estos dos impuestos (IS o IRPF), que se llevan a cabo dentro de ejercicio en curso y se pagan, por lo general trimestralmente.
Retenciones: Si pagas rentas por alquileres, trabajas con profesionales, tienes empleados, o distribuyes dividendos, tendrás que retener parte de estas rentas e ingresarlas en Hacienda de forma trimestral o mensual, si eres gran empresa. Estas son solo algunas de las situaciones que hacen nacer la obligación de practicar retenciones, pero no son todas, ni mucho menos.
Ahora veamos la imposición indirecta
IVA: El IVA es un tributo indirecto, que grava el consumo, y cuyo sujeto pasivo es la empresa o empresario, si bien el verdadero contribuyente es el consumidor final, salvo algunas excepciones y regímenes espaciales. Se trata de un tributo comunitario (UE), que tiene distintos tipos de gravamen dependiendo de la actividad realizada. Es un impuesto extremadamente complejo por la gran cantidad de normativa que existe además de una gran casuística que hay que saber interpretar correctamente. Cada tres meses tendrás que declarar y liquidar el IVA, o bien mensualmente si eres gran empresa. Además existe un modelo anual recapitulativo de operaciones. También existen distintos modelos complementarios como el de operaciones intracomunitarias, o el de libro registro, entre otros.
Las Deducciones que No Querrás Perderte
Existen una serie de deducciones, descuentos, bonificaciones que puedes aplicar a tus declaraciones con el fin de minimizar la cantidad a pagar. Son una de las claves para pagar menos:
Gastos relacionados con la actividad: Todos los gastos cuentan, y minoran los ingresos: alquiler, internet, material de oficina, logística, profesionales, todo lo que sea necesario para tu negocio cuenta, y reúna los requisitos que exige la ley para su aplicación, puedes deducirlo en tus modelos fiscales.
Amortización de activos: Si compras bienes de equipo u otros activos, tangibles o intangibles, podrás deducir como gasto su depreciación, es decir, una cantidad lineal, establecida por parte de la Agencia Tributaria en función de tu actividad y elemento de que se trate.
I+D+i: Si desarrollas tecnología innovadora, o tu actividad aporta a la sociedad un desarrollo tecnológico, un avance o una mejora, podrías tener incentivos fiscales importantes, pero debes siempre consultar los requisitos legales para no aplicar estos beneficios a la ligera, pues podrían ser un arma de doble filo peligrosa, si no tienes realmente derecho a aplicarlos.
Creación y formación en el empleo: Contratar personal, según qué casos y circunstancias, podría beneficiarte con algunas bonificaciones interesantes, al igual que las formaciones que lleves a cabo con el personal de tu startup. Igualmente es muy necesario revisar bien la normativa antes de aplicar estos beneficios, con el fin de aplicarlos correctamente.
Beneficios de una Contabilidad Clara y Ordenada
Mantener las cuentas al día no es solo una obligación, es un superpoder para tu empresa. Se trata de registrar todos los movimientos financieros, económicos y contables, que tengan relevancia para tu negocio, por muy insignificantes que puedan parecer, el conjunto de todos ellos marcará tus obligaciones fiscales. Aquí algunos beneficios de su aplicación en tu startup:
Decisiones mejor fundamentadas: Conocer tus números te permite tomar mejores decisiones, más acordes a la situación actual que vive tu negocio en cada fase o momento.
Evitas sanciones: ¿A quién le gusta pagar multas?. Retrasar o evadir la contabilidad de tu empresa puede hacerte incurrir en sanciones y multas para tu empresa, o incluso para ti como CEO.
Acceso a financiación: Los inversores y las entidades crediticias aman las cuentas claras. Por tanto, si pretendes que tus finanzas funcionen debes llevar tus cuentas al día.
Optimización fiscal: Sólo llevando una contabilidad clara y al día, podrás detectar la posibilidad de aplicar deducciones, que quizás estabas pasando por alto.
Facilidad en auditorías: Tanto internas como externas, todo fluye mejor. En caso de que tu startup esté sujeta a auditorías, es especialmente importante llevar las cuentas al día.
Qué Pasa si Cometes Errores o Te Retrasas en tus Obligaciones Fiscales
Si en algún momento te has retrasado o cometes algún error, tranquil@, que no cunda el pánico. Todo tiene solución. Aquí te detallamos las sanciones y multas más usuales:
Presentación fuera de plazo sin requerimiento previo: Se aplica un recargo del 1% por cada mes de retraso (hasta el 12%). Excluye intereses y sanciones.
Presentación fuera de plazo con requerimiento: Sanciones que van desde el 50% de lo dejado de ingresar e intereses de demora.
Declaraciones censales no presentadas: Multas de unos 200-300 euros aproximadamente. En ocasiones son de gran importancia, pues marcan tus obligaciones fiscales periódicas.
Errores en las declaraciones: Multas proporcionales según la infracción cometida: leve, grave o muy grave, a discreción de la Administración aunque son recurribles y revisables.
Incumplimientos contables e impagos a la Seguridad Social: no se trata de obligaciones fiscales propiamente dichas pero también debes estar atento a ellas.
Bufete de Abogados experto en Derecho Tributario
Descubre nuestro servicio Empresa 360, de externalización y apoyo legal y administrativo al empresario. Sea cual sea el tamaño de tu empresa o sector de tu negocio te ayudamos a cumplir las obligaciones legales. También a llevar la administración y gestión de tu negocio. Ponte en contacto con nosotros y contrata una videoconferencia con un abogado experto, o si lo prefieres, llámanos al 915343862 En cualquier caso, puedes descargarte nuestro E-book de forma gratuita, que te acercará a nosotros para que puedas valorar mejor nuestra marca. Déjanos tus datos en el formulario que encontrarás más abajo.